Entre las embarazadas, es muy común preocuparse por los movimientos del feto. Pero, ante todo, debes intentar no preocuparte demasiado por este tema. Durante el embarazo, intenta no obsesionarte con los movimientos del bebé.

Es normal que no lo sientas si estás estresada, muy ocupada y no suficientemente concentrada en tu barriga. Si, en algún momento, te das cuentas de que tu hijo no se ha movido en todo el día, no te pongas nerviosa, ya que eso hará que tu abdómen esté más tenso y te sea más difícil percibir los movimientos.

Es recomendable que comas algo que te haga aumentar tus niveles de glucosa. Los alimentos ricos en azúcar como, por ejemplo, la fruta o el chocolate son los más adecuados para este fin.  También es recomendable que te sientes o te tumbes sobre el lado izquierdo intentando relajarte. A continuación, comienza a estimular a tu bebé mediante el masaje, la música etc... Durante la hora siguiente, tu bebé empezará a moverse con normalidad. Si todavía no se mueve, no te preocupes, espera una hora más, y lo hará. 

Como norma general, el bebé se mueve cuando la mamá está relajada. Por eso, muy probablemente, habrás notado que los movimientos fetales aumentan por la noche, cuando estás más tranquila y relajada.

Es muy normal que haya temporadas o días en los que los movimientos sean muy frecuentes y otros en los que no sientas demasiados movimientos. Así que, ante todo, tranquilidad.